Por Washington Cabello
(RÍO DE JANEIRO, Brasil).- La Justicia de este país al apresar por segunda vez al expresidente Michel Temer, lo acusó de lavado de dinero, agregando esta a tres acusaciones que en menos de dos semanas se le han hecho, las cuales habían iniciado siendo aún presidente de Brasil.
En aquella o0casión la Cámara de Diputados, rechazó las acusaciones y evitó que las denuncias pasaran a la Corte Suprema de Justicia y que fuera apartado de la Presidencia mientras fuera investigado.
Pero ahora, al dejar la Presidencia y perder el fuero privilegiado, las denuncias se trasladaron a la primera instancia de la Justicia, y actualmente las denuncias han sido hecha por el Ministerio Público Federal, e incluye a su hija Maristela, Joao Baptista Lima Filho, conocido como coronel Lima, y su esposa, María Rita Fratezi.
Temer y su hija, son acusados de usar dinero desviado de las obras de construcción de la central nuclear Angra 3, en Río de Janeiro, para pagar las remodelaciones de la vivienda de Maristela, en un exclusivo vecindario de Sao Paulo.
La casa de Maristela Temer, tiene 350 metros cuadrados y está situada en el barrio de Alto de Pinheiros, uno de los más caros de Sao Paulo.
De 2013 a 2015, la vivienda fue remodelada por un valor de alrededor de 1,6 millones de reales (unos 415 mil dólares) y se habría pagado con dinero procedente de un esquema de corrupción, según el Ministerio Público Federal.
El coronel Lima, amigo cercano de Temer, es considerado el operador financiero del grupo que lideraba el exmandatario.
Temer tiene dos acusaciones por desvios de fondos de la estatal Eletronuclear.
Otra por sobornos. Se le acusa de ser destinatario de una maleta que recibió un asesor suyo con 500 mil reales (unos 129 mil dólares) del Grupo J&F, a cambio de favorecer los intereses de la empresa.
Temer fue detenido el pasado 21 de marzo junto a otras nueve personas acusados de haber recibido sobornos para adjudicar las obras de construcción de la central nuclear Angra 3, en el estado de Río de Janeiro.
Entre los 10 detenidos estaban también el coronel Lima y el exgobernador de Río de Janeiro y ex ministro de Temer, Wellington Moreira Franco.
Todos los detenidos fueron puestos en libertad el pasado 25 de marzo, tras cuatro noches en prisión, al aceptar un juez de segunda instancia las solicitudes de «habeas corpus» presentadas por las defensas.
Temer, de 78 años, llegó al puesto a mediados de 2016, tras la destitución por el Congreso por supuestas irregularidades fiscales de Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente desde 2011, y abandonó el cargo el pasado 31 de diciembre para dar paso al gobierno de Jair Bolsonaro.